La cultura-mundo: respuesta a una
sociedad desorientada escrito por Gilles Lipovetsky y Jean Serroy en el 2010. Este libro expone los
problemas que se han tejido a través de los años en la sociedad hablados desde
la era hipermoderna, americanización, homogenizacion y cultura-mundo. Está
dividido en cuatro segmentos: 1. la cultura como mundo y mercado, 2. El mundo como imagen y comunicación, 3. La
cultura-mundo como mito y desafío y 4. La cultura-mundo como civilización.
Como
hipótesis los autores plantean la problemática de los últimos años en cuanto a
los nuevos regímenes de la cultura en la era hipermoderna. Se analizan temas
como las industrias culturales, consumismo, los medios, las redes informáticas
que han causado desorientación, inseguridad e inestabilidad de la visión del
mundo de hoy.
Dentro de las
discusiones del libro se encuentran algunos fenómenos que exponen las
fortalezas de los problemas culturales, esto para mencionar una cultura
invadida por las industrias de inevitable consumo, de una cultura sometida a la
construcción de gustos y del extremo capitalismo: 1.El formidable crecimiento
de la dimensión económica de la cultura; 2.La dignificación y la igualación
democrática de los contenidos más heterogéneos; y 3.La politización y
conflictivización creciente de la cultura, a veces hasta extremos nefastos, como
reflejan los fundamentalistas y nacionalismos exagerados1. Todo esto
relacionado con la época de la globalización, una cultura en el cual ya no poseen sentido las
diferencias entre alta cultura/subcultura, cultura antropológica/cultura, pero
si una construcción de cultura tecnocientífica, cultura de mercado, cultura del
individuo, cultura mediática, cultura de las redes, cultura ecologista, lo
que modula la cultura-mundo”.
Lipovetsky y Serroy describen la Cultura – Mundo como peligrosa,
pues está sujeta a constantes cambios modernos, que sin lugar a duda dejan
atrás las “luchas simbólicas”2 para convertirse en flujos de
constantes actividades en cuestión de
redes y flujos. “Una cultura- Mundo que se identifica con un ideal ético
y liberal, con un universal humanista que se niega a considerar inferiores a
otros pueblos.
Cuando se habla de la cultura - mundo también
se está hablando de medios masivos de comunicación actuales, los cuales
potencializan el consumo y pasan hacer elementos de inmediatez, así que la
“comercialización integral de la cultura, es al mismo tiempo culturalización de
la mercancía”(*) debido a la llegada de la globalización. El
descontento surge del hiper-capitalismo competitivo donde se tiene que estar un
paso delante de la modernidad y creación de estrategias eficaces que permitan
que la cultura adquiera mayor importancia.
1. La
cultura-mundo: respuesta a una sociedad. Pg. 28
2. La cultura – mundo.
Respuesta a una sociedad desorientada. Pg. 8
Igualmente, ante el argumento de si vamos por un mundo homogeneizado, los
autores exponen que, las mismas marcas y
productos se divulgan por todo el mundo, en cada país se amplían cambios ajustados
a culturas locales. Los aspectos clásicos que demostraban la postmodernidad en
los principios de la globalización como la industria cinematográfica pasaron a
ser un análisis de las industrias culturales donde la sociedad reconoce los
avances que se reconocen satisfactorios. Los autores manejan tales temas como la complicidad de la cultura en relación al
capitalismo, es así como los autores determinan el nombre de “capitalismo
cultural” que busca la expansión del mundo a través del mercado, pero que por
su parte, se puede decir que la cultura más allá del consumo, ofrece esperanza
para los jóvenes que todavía se ilustran con el arte en museos que llevan a la
reflexión y admiración de lo estético, donde el peligro no remite a la
interpretación histórica, sino a la desaparición de la aturdimiento artístico,
los autores nos remiten a un término que hoy hace refierencia al consumo de los
nuevos medios, el “tecno-capitalismo”, el cual está ligado al uso de “las redes
informáticas”, lo que a mi parecer es la razón de la ausencia de los individuos
en las exposiciones de arte.
Los autores enfatizan en un asunto específico de la hipermodernidad y el hipercapitalismo
referido a la mundialización y el comercio, donde se han establecido
políticas estatutarias de comercio, que afirman la multiplicación de los
mercados, pero rige la manipulación de países líderes tomando a su favor
prestamos financieros y aparentan crecimientos empresariales que conllevan a la
masificación de interés económicos.3
Las industrias culturales como masificación de
multiculturalidad. “Las industrias culturales y el universo (ciberespacio) son
piezas fundamentales de la cultura mundo”4, estos traen consigo
intereses comerciales, como la moda construyendo diversidad de culturas, sin
ser innatas en
el país donde
se originó. En una
sociedad donde se combinan
culturas, se genera el comercio a mayor cantidad de empresas que expresan
marcas representativas en el mundo, esto, viene con transformaciones y cambios
constantes en el cambio de ámbitos que pertenecen a la cultura, pero no son
innatos, es aquí donde las comunicaciones inmediatas traen consigo información
del universo rápidamente.
La mundialización de productos americanos responde a una
posible “invasión” de productos norteamericanos, los cuales establecen
industrias empresariales en la mayoría de los países, como ejemplo se menciona la
gran producción que tiene China, pensándolo desde un país de industrias y
maquinarias, donde las marcas americanas, producen sus elementos
manufactureros. Estas empresas ahora se enfrentan a un consumidor que exige,
elige y tiene variedad de opiniones.
La política cultural debe controlar y concientizar a los
ciudadanos a identificar las dificultades del mundo moderno, al igual que
mejorar su capacidad de correlación y recuperar la credibilidad de la sociedad.
Las industrias no dejan de producir una
cultura convertida en artículos de consumo de masas generando inmediatez.
La propuesta que se expone para civilizar la cultura, está encaminada a
recuperar legitimidad en los valores comunes y ejemplarizar la evolución de las
artes, técnicas, ciencias, costumbres, religiones. Como
parte final, los autores responden a una problemática cultural, donde para
ellos es importante “recuperar al maestro y la legitimidad del alumno”, donde
exista el diálogo y la participación de ambas partes “que hagan coherente la
marcha del mundo, la evolución de fondo de las mentalidades, las artes, las
religiones, el derecho, las ciencias y las técnicas, los sentimientos y las
costumbres, la vida y la muerte”. Se necesita crear innovar y emprender.
“Existe un triunfo
del capitalismo, triunfo porque es cultura y ésta se convirtió es una
omnipotencia del mercado, pero el consumo no lo es todo es solo un aspecto de
la vida comparado con la familia, el amor, el trabajo, entre otros”. Hoy se debe
pensar en nuevas formas de enseñanza y en instituciones dirigidas a eliminar la
desigualdad y generar beneficios para todos.
(*) La cultura – mundo. Respuesta a una sociedad
desorientada. La era de la cultura mundo. Pág. 9
3. La cultura – mundo. Respuesta a una sociedad desorientada.
La cultura como medio y mercado. Pág. 39
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